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miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Nebulosa del Collar

La Nebulosa del Collar es la “Imagen Astronómica del Día” en el prestigioso portal de la NASA “Astronomy Picture of the Day” el día 3 de noviembre.


Un nuevo estudio de la Vía Láctea realizado desde los observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) permite descubrir una nebulosa con una forma extraordinaria. Podría proporcionar claves importantes para entender la evolución final de las estrellas como el Sol.
Desde que en 1785 el astrónomo británico William Herschel llamó "nebulosas planetarias" a ciertas nubes de gas muy calientes y luminosas, los astrónomos no han dejado de asombrarse por las propiedades físicas y la belleza de estos objetos. Las nebulosas planetarias son una etapa tardía en la evolución de la mayoría de las estrellas del Universo. Representan el vínculo evolutivo entre las estrellas al final de su vida y las nebulosas oscuras donde se formarán nuevas estrellas: son vehículos que diseminan por el Universo los elementos químicos que se sintetizan en los interiores estelares y que luego servirán para la formación de nuevas generaciones de estrellas, planetas, asteroides, cometas y seres vivos.
A pesar de destacar entre los demás objetos del cielo por su brillo tan característico, más de 200 años después de Herschel los astrofísicos siguen descubriendo nebulosas planetarias excepcionales. Es el caso de la que se ha llamado "Nebulosa del Collar". Ha sido descubierta y estudiada por un equipo internacional de investigadores liderados por astrónomos del IAC en el marco de un proyecto de cartografiado de la Vía Láctea desde los cielos de La Palma. Para su descubrimiento y estudio se han usado varios telescopios de los observatorios de Canarias (el Telescopio Isaac Newton, el Telescopio Óptico Nórdico, el Telescopio William Herschel, el Telescopio IAC80  y el Telescopio Mercator).
Lo que más impacta en la Nebulosa de Collar es su perfecta simetría y, en particular, el collar con doce "perlas" brillantes de gas que aparece alrededor de la estrella central. Esas "perlas" son condensaciones de gas excitado por el núcleo todavía caliente de la estrella y se distribuyen con sorprendente regularidad en un círculo que, visto desde la Tierra, aparece inclinado formando una elipse. El gas en el collar fue expulsado hace unos 20.000 años a una velocidad de casi 100.000 km/h. Además, en las direcciones exactamente perpendiculares al collar se pueden observar otras condensaciones difusas de gas (rojas en la imagen) que fueron expulsadas por la estrella central a la fantástica velocidad de medio millón de km/h. Una distribución tan simétrica, organizada y compleja del material alrededor de la estrella plantea una pregunta fundamental: ¿Por qué las estrellas, que son prácticamente esféricas a lo largo de toda su vida (como lo es el Sol hoy en día), llegan a producir nebulosas con formas tan diferentes a una esfera?
Ese ha sido uno de los enigmas más importantes en el estudio de las nebulosas planetarias en las últimas décadas y la Nebulosa del Collar está proporcionando pistas importantes para resolverlo. Los investigadores han descubierto que la Nebulosa del Collar alberga en su centro no una, sino dos estrellas; ambas recorren una órbita completa, una alrededor de la otra, en solamente 1 día y 4 horas. La presencia de dos estrellas centrales aumenta la capacidad del sistema para producir fenómenos físicos muy energéticos, como la creación de campos magnéticos muy intensos, rotación extrema de las estrellas, intercambios de materia y energía entre ellas, etc. Por todo ello es más fácil y natural explicar las eyecciones de materia con esas geometrías tan complejas y, al mismo tiempo, tan simétricas. De hecho, los datos existentes indican que la interacción gravitatoria entre las dos estrellas de la Nebulosa del Collar ha sido tan intensa que se puede decir que el sistema escapó por muy poco a una catástrofe estelar: las dos estrellas se han estado acercando entre sí y si se hubieran fusionado habrían originando una enorme explosión. Estos fenómenos extremos no deben ser raros en el Universo, ya que, a diferencia de nuestro Sol, la mayoría de las estrellas viven en pareja.
La imagen que se presenta es del Telescopio Óptico Nórdico (NOT) del Observatorio de Roque de los Muchachos (La Palma) y muestra la emisión del Oxígeno ionizado codificada en verde, la del Nitrógeno ionizado, en rojo y la del Hidrógeno, en azul. Los resultados científicos de la investigación se publicarán en la revista MNRAS.
Personas de contacto: Dr. Romano Corradi (correo electrónico: rcorradi@iac.es, móvil 647234968) y Dr. Antonio Mampaso (correo electrónico: amr@iac.es, 922605200)
Página web del portal de la NASA “Astronomy Picture of the Day” y en Español

martes, 5 de octubre de 2010

Stephen Hawking tenía razón

Leido en ABC Actualidad - Ciencia


Físicos observan por primera vez una misteriosa radiación de los agujeros negros que el genio británico predijo hace 36 años. La investigación puede ayudar a comprender cómo será el fin del Universo.

Hace 36 años, el genial físico y cosmólogo británico Stephen Hawking predijo que los agujeros negros emitían una extraña radiación  que puede provocar que estos fenómenos pierdan masa e incluso puedan desvanecerse en el espacio. Como es lógico, a lo largo de los años numerosos científicos han intentado probar la existencia de esta misteriosa radiación, que recibe el nombre de su descubridor, sin obtener ningún éxito. Un equipo de investigadores italianos afirma ahora haber observado, por primera vez desde que Hawking propusiera su hipótesis, algo que se parece mucho, pero no en el cielo, sino aquí en la Tierra, en un agujero especial creado en laboratorio. El estudio aparecerá publicado en la revista especializada Physical Review Letters, y puede leerse un resumen del mismo en el archivo científico online arXiv.org.



El Universo está lleno de pares de partículas y antipartículas que se forman y casi inmediatamente se aniquilan la una a la otra. La radiación de Hawking se produce cuando se forman esas parejas, cerca del borde del agujero negro, llamado horizonte de eventos, la frontera más allá de la cual la luz no puede escapar. A medida que el par de partículas atraviesa el horizonte del agujero negro, uno de los miembros de la pareja es aspirado, mientras que el otro queda libre, antes de que sean capaces de «estrangularse» el uno al otro. El efecto observado es la radiación de partículas y la pérdida de masa.

En un agujero blanco

Franco Belgiorno, de la Universidad de Milán, y su colegas, observaron esta radiación en su laboratorio creando lo que se llama un agujero blanco, algo así como el reverso del negro. En lugar de que toda la luz sea aspirada al interior, como ocurre en un agujero negro, el blanco deja escapar materia y energía. Ningún objeto puede permanecer en esa región durante un tiempo infinito. 

Los investigadores consiguieron crear el fenómeno mediante el envío de un pulso láser de infrarrojos a través de silicio fundido. Tras descartar otros fenómenos, llegaron a la conclusión de que lo que habían visto era la radiación de Hawking.

Si es que los investigadores están en lo cierto, el hallazgo puede tener importantes implicaciones para el estudio del espacio, hasta el punto de conocer cómo puede ser el fin del Universo.

martes, 28 de septiembre de 2010

Un nuevo asteroide se acercará a la Tierra a mediados de octubre

La roca, de 46 metros y potencialmente peligrosa, fue detectada en septiembre por un sensible telescopio de Hawai

El telescopio Pan-STARRS PS1 (algo así como telescopio de encuesta panorámica y sistema de respuesta rápida) en Haleakala, Maui, ha descubierto un nuevo asteroide potencialmente peligroso que se acercará a mediados de octubre a 4 millones de millas de la Tierra. El objeto mide alrededor de 46 metros de diámetro y fue captado el pasado 16 de septiembre, cuando se encontraba a 20 millones de millas de distancia de nuestro planeta.
El telescopio Pan-STARRS PS1 en Haleakala, Maui.


Imagen del asteroide 2010 ST3 (en el círculo verde) obtenida por el telescopio PS1


«Este es el primer objeto potencialmente peligroso (PHO, por sus siglas en inglés) que ha sido descubierto por el Pan-STARRS», apunta Robert Jedicke, investigador de la Universidad de Hawai y miembro del consorcio científico PS1, que analiza toda la información sobre asteroides que recoge el telescopio. Cuando fue descubierta, la roca, denominada 2010 ST3, «estaba demasiado lejos para ser detectada por otro telescopio», añade Jedicke, lo que convierte al Pan-STARRS, según los científicos, «en el sistema más sensible dedicado a descubrir asteroides potencialmente peligrosos».
El 2020 ST3 no golpeará la Tierra en un inmediato futuro, pero es importante tener su órbita bien controlada.

La mayoría de los objetos potencialmente peligrosos que cruzan el espacio ya han sido catalogados, pero los investigadores creen que hay muchos más de una milla de diámetro que aún no han sido descubiertos. Estas rocas podrían causar una devastación a escala regional si alguna vez impactan contra nuestro planeta. Estos impactos pueden ocurrir una vez cada pocos miles de años.

Una misión de desvío

El telescopio Pan-STARRS espera descubrir decenas de miles de nuevos asteroides cada año con la suficiente precisión para calcular sus órbitas alrededor del Sol. Cualquier objeto grande que parezca acercarse a la Tierra en los próximos 50 años se etiquetará como «potencialmente peligroso» y se seguirá con atención.

Expertos de la NASA creen que, dando varios años de advertencia, sería posible organizar una misión para desviar un asteroide que se decubriera en curso de colisión contra nuestra gran bola azul.
Otro telescopio gemelo del Pan-STARRS, el PS4, estará operativo a finales de esta década. Con su ayuda, se señalarán en el cielo un millón de asteroides, o incluso más, así como objetos muy distantes como estrellas variables, supernovas y misteriosas explosiones de galaxias.

martes, 7 de septiembre de 2010

Una espiral perfecta aparece en el espacio

Una espiral perfecta aparece en el espacio
07/09/2010 para ABC ciencia

No es un efecto óptico ni una lejana galaxia, y nadie había conseguido captarla hasta ahora


La espiral es una de las formas geométricas más perfectas jamás observadas


No se trata de un efecto óptico. Ni tampoco, a pesar de su forma, de una lejana galaxia espiral. El nombre de esta "cosa" es AFGL 3068 y era conocida desde hace tiempo como una brillante fuente de luz infrarroja, a unos 3.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Pegaso. Pero las potentes cámaras del telescopio espacial Hubble han conseguido revelar el aspecto que el objeto tiene en el espectro visible. Así es como lo veríamos, sin necesidad de instrumento alguno, si nos acercáramos a él. Una preciosa, delicada y evanescente espiral. Su luz es tan débil que ningún instrumento había conseguido captarla hasta ahora.

Ha sido necesario apuntar hacia AFGL 3068 la cámara avanzada de campo profundo del Hubble para obtener esta imagen extraordinaria de lo que es, sin duda, una de las formas geométricas más perfectas jamás observadas en el espacio. Se trata, según los astrónomos que operan el telescopio, de una nebulosa planetaria (conocida como IRAS 23166 1655), en plena formación alrededor de la estrella AFGL 3068, también llamada LL Pegasi.

La imagen muestra una especie de filamento muy delgado alrededor de un "capullo" de polvo y gas en cuyo interior se oculta la estrella, que forma parte de un sistema binario (dos estrellas compañeras que orbitan una alrededor de la otra). El propio material que hace rotar la espiral se está moviendo hacia el exterior a una velocidad de 50.000 km. por hora.

A la deriva en el espacio

Y es precisamente el hecho de que se trata de un sistema binario lo que explica la forma de espiral. Normalmente, en efecto, las nebulosas planetarias no adoptan esta curiosa forma, sino más bien la de una esfera hecha con el material expulsado por la estrella y que termina por envolverla parcial o totalmente.

Las estrellas con masas comprendidas entre la mitad y ocho veces la del Sol no explotan como supernovas al final de sus vidas. En lugar de eso, liberan sus capas exteriores de gas y se expanden a la deriva en el espacio. IRAS 23166 1655 acaba de comenzar este proceso, y la estrella central todavía no ha salido del polvo que la envuelve.

Al tratarse de un sistema binario, la estrella LL Pegasi está perdiendo material debido a la atracción gravitatoria de su compañera. Se estima que las varias capas de la espiral están separadas una de otra por un año luz. Calculando esta separación con más detalle se podrá obtener directamente el periodo orbital del sistema.

El brillo de la galaxia

Otro detalle curioso al respecto de la imagen. Los científicos creen que el fantasmal objeto está siendo iluminado únicamente por el brillo de la galaxia, lo cual es un hecho extraordinario. No debe confundir la brillante estrella que aparece a la derecha, que podría estar mucho más cerca de la Tierra y demasiado lejos de la espiral como para iluminarla.

Apoya la hipótesis de la "iluminación galáctica" el hecho de que la espiral es algo más brillante en su parte derecha, que está alineada con el plano de nuestra galaxia. Y es precisamente en esa dirección donde las estrellas son más abundantes.

domingo, 20 de junio de 2010

El Asteroide y el Halcón





Publicado en CaosyCiencia

por Angel Gómez Roldán
el 14-06-2010


En la pasada medianoche (del 13 al 14 de junio), sobre uno de los desiertos más remotos del sur de Australia, un cegador bólido cruzó el firmamento llegando a tener una luminosidad superior a la del planeta Venus en su máximo brillo. Lo que en principio hubiera podido ser una estrella fugaz más de las que se incineran en la atmósfera terrestre todos los días, en esta ocasión fue algo mucho más extraordinario: el regreso a la Tierra de la cápsula de muestras de una sonda espacial cuyo nombre significa halcón en japonés: Hayabusa.

Los investigadores de la agencia de exploración aeroespacial del país del sol naciente (JAXA, Japan Aerospace Exploration Agency) esperan con ansiedad que a bordo de este pequeño contenedor de apenas cuarenta centímetros de diámetro viaje un auténtico tesoro científico: polvo del asteroide Itokawa, donde Hayabusa aterrizó en noviembre de 2005. Antes de llegar a tan deseado momento, este halcón interplanetario ha experimentado una de las mayores odiseas en la historia de la exploración del Sistema Solar.

9 de mayo de 2003. Un pequeño vehículo interplanetario de poco más de media tonelada de peso despega del Centro Espacial de Uchinoura, en el sur del Japón. Siguiendo la tradición nipona de rebautizar a sus naves espaciales tras su lanzamiento, la que se denominaba MUSES-C pasa a conocerse como Hayabusa, o halcón peregrino en japonés. Esta versátil y avanzada nave robot parte con una misión que, pese a su trascendencia científica, ha pasado casi desapercibida para los medios de comunicación. El proyecto completo apenas alcanza los 170 millones de euros. La elevada tecnología de la sonda (como la navegación inteligente autónoma o la propulsión iónica) ha sido un excelente ejemplo de cómo deberán de ser en el futuro las misiones de exploración planetaria.

Hayabusa tuvo como primer objetivo aproximarse al pequeño asteroide 25143 Itokawa (de menos de medio kilómetro de tamaño), al cual llegó a mediados de septiembre de 2005, y acompañarlo en su órbita alrededor del Sol para realizar un estudio completo del mismo a pocos kilómetros de distancia de su superficie. Una vez cartografiado en detalle el asteroide, Hayabusa se aproximó a él lentamente en dos ocasiones diferentes en noviembre de 2005 y lo tocó brevemente con una especie de tubo extensible. La intención era “disparar” un proyectil metálico que desprendería diminutos fragmentos los cuales serían recogidos por este tubo y almacenados en la sonda hasta totalizar más o menos un gramo de peso. Sin embargo, parece que el sistema de disparo no funcionó. Los responsables de la misión creen que, dado que Hayabusa llegó a estar casi treinta minutos posada en la superficie de Itokawa, cabe la posibilidad de que algo de material del asteroide haya podido impregnar la sonda de recogida de muestras de la nave. Por ello se decidió sellar el contenedor para intentar el segundo y mayor objetivo del proyecto; traer por vez primera de regreso a la Tierra minúsculos trozos de un asteroide.

Poco después del segundo aterrizaje en Itokawa, Hayabusa sufrió una seria avería: al parecer se produjo una fuga de combustible de los pequeños cohetes de posicionamiento de la nave y ésta perdió la comunicación con el control de tierra. Fueron necesarios varios meses para poder recuperar la telemetría de la sonda, pero para entonces la ventana de lanzamiento (el momento óptimo para que Hayabusa partiera del asteroide rumbo a la Tierra) ya se había perdido, por lo que el planeado regreso en junio de 2007 era imposible. La inflexible mecánica celeste retrasaba nada menos que tres años el aterrizaje de la cápsula de muestras.

Este problema se sumó a la pérdida anterior de dos de los tres volantes de reacción –que sirven para orientar un vehículo en el espacio–, al fallo de varias de las baterías de a bordo y a la avería paulatina de tres de los cuatro motores de propulsión iónica de la sonda. Si a ello le añadimos que en 2003, de camino a Itokawa, una potente tormenta solar dañó los paneles solares de Hayabusa disminuyendo el rendimiento de sus motores iónicos, no deja de ser sorprendente que haya sido capaz de emprender el largo viaje de vuelta a la Tierra. El 25 de abril de 2007, el halcón se alejaba definitivamente del asteroide que había acompañado durante tantos meses y con la ayuda de sus motores iónicos comenzaba lentamente el regreso a nuestro planeta.

Por fin, en los primeros meses de este año 2010, y tras una singladura de más de tres años, el control de la misión efectuó hasta cuatro correcciones de rumbo que hicieron que la sonda se dirigiera directamente hacia su punto de descenso previsto en nuestro planeta. La zona elegida es una gigantesca área militar restringida en pleno desierto meridional australiano, la llamada Woomera Prohibited Area, con una extensión de más de 127.000 km2 (el tamaño aproximado de Inglaterra).

Al anochecer hora australiana del 13 de junio, tres horas antes de que la sonda se precipitase en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de más de 28.000 km/h, la pequeña cápsula de muestras se separó gracias a unos muelles del cuerpo de la nave principal. Mientras que la propia Hayabusa se incineraba en forma de brillante bólido en la noche del desierto de Woomera, la cápsula, protegida con un escudo térmico, descendía como otro bólido en la atmósfera terrestre.

A la hora de escribir este artículo el mismo día 13 de junio, parece que su coraza funcionó correctamente y el paracaídas que debía frenar los últimos kilómetros de caída cumplió igualmente con su cometido pues la JAXA ha informado de la detección de la radiobaliza emitida por la cápsula. Sólo queda esperar que los equipos de tierra la recuperen intacta y la lleven de vuelta a Japón. Allí se procederá con exquisito cuidado a la apertura del contenedor para ver si la suerte que ha acompañado a este halcón interplanetario en su accidentada misión nos depara una última y grata sorpresa. Tras más de siete años de viaje por el espacio y cerca de seis mil millones de kilómetros recorridos en total, todos esperamos que la cápsula de Hayabusa traiga a los científicos las primeras muestras de un asteroide recogidas in situ, con el consiguiente interés para los estudios sobre el origen y evolución de nuestro Sistema Solar.

jueves, 20 de mayo de 2010

Moom Zoo

Publicado en CaosyCiencia.com

por Angel Gómez Roldán
el 20-05-2010

La última vez que los seres humanos caminaron sobre la Luna fue en la misión Apollo 17 en diciembre de 1972. Hoy, más de 37 años después, una interesante iniciativa invita a cualquier persona a convertirse en “astronauta virtual”. El objetivo es regresar a la superficie lunar para colaborar en la resolución de importantes preguntas científicas sobre el satélite natural de la Tierra. Y lo mejor de todo es que no hace falta ni traje espacial ni vehículo interplanetario: en nuestro mundo dominado por la red de redes, lo único necesario es entrar en www.moonzoo.org y comenzar a explorar la Luna con una precisión inédita gracias a las imágenes en alta resolución (se distinguen detalles de hasta sólo 50 centímetros de diámetro) obtenidas por la sonda Lunar Reconnaisance Orbiter (LRO) de la NASA, que orbita en torno a ella a 50 kilómetros de altura desde junio de 2009.

¿Qué es Moon Zoo? Se trata de un proyecto en la web desarrollado por la Citizen Science Alliance (CSA), un grupo de prestigiosos organismos de investigación, universidades y museos de ciencia de Estados Unidos y el Reino Unido. La CSA ya ha desarrollado iniciativas tan exitosas como Galaxy Zoo, que logró involucrar a más de 250.000 personas de todo el mundo para clasificar galaxias en función de su morfología. La razón de este éxito se explica porque en la CSA colaboran científicos, programadores de software y educadores cuyo objetivo es llevar a cabo proyectos profesionales de investigación en Internet hechos exclusivamente por no investigadores. Este tipo de programas emplea el tiempo, la habilidad y la energía de “ciudadanos científicos” que colaboran de un modo voluntario y desinteresado. Lo que buscan es al mismo tiempo progresar en el conocimiento científico y potenciar el entendimiento del gran público hacia la ciencia y su funcionamiento.

Cualquier persona puede compartir la excitación de participar en un descubrimiento mientras presta una valiosísima ayuda a la comunidad científica. Y es que actualmente se genera una ingente cantidad de información en los proyectos de investigación de muchas disciplinas. A medida que han aumentado los datos debido al rápido descenso del coste de los ordenadores, los detectores, la banda ancha o el almacenamiento de la información, los métodos tradicionales para procesarlos ya no son igual de útiles. Así, aunque la computación y los nuevos softwares pueden tratarlos en grandes cantidades, no siempre reemplazan adecuadamente al Homo sapiens. La evolución del cerebro humano hace que seamos capaces de detectar muy bien patrones, una habilidad de la que tendríamos que aprovecharnos siempre que fuera posible. Al comienzo de la avalancha de información (por ejemplo para catálogos de imágenes del cielo), los investigadores reclutaron a más colaboradores y estudiantes para su análisis y estudio, pero pronto se vio que en muchos campos que se trataba de un cuello de botella. Ninguna institución académica disponía de suficiente personal para ello. Por fortuna, la web, con su capacidad de llegar a una enorme audiencia, permitió pedir ayuda para determinados proyectos científicos.

Chris Lintott, astrónomo de la Universidad inglesa de Oxford, y miembro de la CSA (además de co-presentador del veterano programa de la BBC Sky at Night, de Patrick Moore), resume en qué consiste Moon Zoo: “Necesitamos usuarios de la web de todo el mundo que nos ayuden a interpretar las increíbles nuevas imágenes de la superficie lunar que está enviando la sonda LRO. Por ejemplo, si se invierten sólo cinco minutos en contar los cráteres de una zona fotografiada, se estará realizando una valiosa contribución a la ciencia y, quién sabe, incluso se pueda encontrar alguna vieja nave espacial rusa.” La capacidad humana de detectar patrones antes mencionada (en este caso, los cráteres), unida a un elevado número de participantes, hace que proyectos de este tipo funcionen y generen buenos resultados.

Los científicos planetarios, como los del Instituto Lunar y Planetario en Houston (Texas, EE.UU.), están particularmente interesados en saber cuántos cráteres aparecen en cada zona de la Luna para poder determinar la edad y profundidad del regolito (la capa más superficial) de su corteza. Esta iniciativa también permite detectar los cráteres de impacto recientes, que pueden aportar pistas acerca de los riesgos potenciales de las lluvias periódicas de meteoros sobre el sistema Tierra-Luna. Y esto no es todo: según la investigadora Katherine Joy, del Instituto de Houston mencionado y miembro del equipo científico de Moon Zoo, hará posible descubrir lugares de gran interés geológico nunca vistos antes y clarificar en buena medida la historia de las etapas de bombardeo meteorítico de la Luna.

Moon Zoo es una clara muestra de lo que se ha venido en llamar “exploración participativa”: da la oportunidad a todo el mundo de colaborar en el análisis de las imágenes tomadas por la cámara de la Lunar Reconnaisance Orbiter para avanzar en el conocimiento de nuestro satélite. ¿Qué descubrimientos vamos a hacer?

miércoles, 6 de enero de 2010

Ha pasado el 2009, el año internacional de la Astronomía


Pasado el 2009, el año internacional de la Astronomía, es buen momento para ver algunas de las maravillas que esconde nuestro universo. Son una pequeñísima muestra de las millones de astrofotografías que podemos encontrar en las cientos de miles de páginas que pueblan la Red

La mayoría de estas astrofotografías son realizadas por el Telescopio espacial Hubble (HST por sus siglas en inglés)

Es un telescopio robótico localizado en los bordes exteriores de la atmósfera, en órbita circular alrededor de la Tierra a 593 km de altura snm, con un periodo orbital entre 96 y 97 min. Denominado de esa forma en honor de Edwin Hubble, fue puesto en órbita el 24 de abril de 1990 en la misión STS-31 y como un proyecto conjunto de la NASA y de la ESA inaugurando el programa de Grandes Observatorios


Choque de galaxias






Fotografía de una imagen tomada por los telescopios espaciales de la NASA al captar el choque de dos galaxias que giran en torno a un agujero negro. La fotografía, lograda mediante una yuxtaposición de imágenes muestran el momento del choque de las galaxias NGC 6872 e IC 4970


Estrella moribunda  (La Nebulosa Mariposa)


Imagen de una estrella moribunda en la nebulosa planetaria, comúnmente llamada la Nebulosa Bicho o La Nebulosa Mariposa
Una estrella que en su día tenía una masa cinco veces más densa que el sol, está rodeada por unos gases de 36.000 grados Fahrenheit (19.982 centígrados)



Quinteto Stephan o Hickson Compact Group 92

 

 

Grupo compacto de galaxias situado a unos 280 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Pegaso, ofrece una rara oportunidad de presenciar el dramático efecto de las colisiones en los grupos de galaxias. Imagen tomada por la Wide Field Camera 3 (WFC3) del telescopio espacial Hubble de la NASA


La galaxia M83 más conocida como Southern Pinwheel (rueda catalina del sur)


 

Una vista detallada del nacimiento de una estrella en la galaxia M83 que está experimentando un proceso de formación más rápido que la Vía Láctea, especialmente en la parte de su núcleo


La galaxia NGC 6217


La imagen de la galaxia NGC 6217 es la primera de un objeto celestial tomada con la Advanced Camera for Surveys (ACS) a bordo del telescopio Hubble


Clúster Galáctico Abell 37


Se encuentra a 5.000.000.000 de años luz!
Sí esta imagen es de cuando la tierra todavía no existía
Este cluster galáctico fue uno de los primeros en donde los astrónomos pudieron observar el fenómeno de lente gravitacional predicho por Einstein y su Relatividad General


Omega Centauri


La fotografía muestra una zona pequeña del grupo globular Omega Centauri, donde residen unos 10 millones de estrellas


Nebulosa Helix


La Nebulosa de la Hélice, Nebulosa Helix o NGC 7293 , y en ocasiones llamada "El ojo de Dios" (parece un ojo derecho) es una nebulosa planetaria en la constelación de Acuario a unos 680 años luz de distancia. Es una de las nebulosas planetarias más próximas a la Tierra. Su aspecto es muy similar a la Nebulosa del Anillo (M57) y sus características físicas son parecidas a las de la Nebulosa Dumbbell (M27)


El misterio de V838 Monocerotis


V838 Monocerotis, también llamada V838 Mon, es una estrella variable situada en la constelación de Monoceros, aproximadamente a 20.000 años luz (6 kpc) del Sol 
Los astrónomos continúan debatiendo la naturaleza del estallido de enero de 2002 ocurrido en una débil estrella de la constelación del Unicornio. La estrella, denominada V838 Mon, alcanzó de pronto una luminosidad 600.000 veces superior a la de nuestro Sol y se convirtió en la estrella más brillante de nuestra galaxia hasta que finalmente volvió a oscurecerse en abril de 2002. Ahora, a pesar de los tres años transcurridos monitoreando a la estrella y a sus alrededores, los astrónomos continúan sin certezas sobre las razones de ese estallido


Marte


Apodado a veces como el Planeta Rojo, es el cuarto planeta del Sistema Solar. Forma parte de los llamados planetas telúricos (de naturaleza rocosa, como la Tierra) y es el planeta interior más alejado del Sol. Es, en muchos aspectos, el más parecido a la Tierra


Galaxia lenticular NGC 5866


Orientada completamente de perfil hacia nuestra línea de visión. Un encrespado carril de polvo oscuro divide a la galaxia en dos mitades. La imagen resalta con gran detalle toda la estructura galáctica: un sutil bulbo rojizo que rodea el brillante núcleo, un disco azul de estrellas paralelo al sendero de polvo y un halo exterior muy transparente


Nebulosa Eskimo (Esquimal)


En 1787, el astrónomo William Herschel descubrió la Nebulosa Eskimo, NGC 2392, el cual se parece a una cabeza de una persona rodeado por una capucha de parka


Urano


Séptimo planeta del Sistema Solar, el tercero en tamaño, y el cuarto más masivo. La principal característica de Urano es la inclinación de su eje de rotación de casi noventa grados con respecto a su órbita; la inclinación no sólo se limita al mismo planeta, sino también a sus anillos, satélites y el campo magnético del mismo. Urano posee la superficie más uniforme de todos los planetas por su característico color azul-verdoso, producido por la combinación de gases presentes en su atmósfera y tiene un sistema de anillos que no se pueden observar a simple vista. Además posee un anillo azul, el cual es una rareza planetaria. Urano es uno de los dos planetas que tiene un movimiento retrógrado, similar al de Venus.


Saturno


Bueno a este no me referia, este es de Goya 
"Saturno devorando a sus hijos"





Sexto planeta del Sistema Solar, es el segundo en tamaño y masa después de Júpiter y es el único con un sistema de anillos visible desde nuestro planeta. Su nombre proviene del dios romano Saturno. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos, también llamados jovianos por su parecido a Júpiter. El aspecto más característico de Saturno son sus brillantes anillos. Antes de la invención del telescopio, Saturno era el más lejano de los planetas conocidos y, a simple vista, no parecía luminoso ni interesante. El primero en observar los anillos fue Galileo en 1610 pero la baja inclinación de los anillos y la baja resolución de su telescopio le hicieron pensar en un principio que se trataba de grandes lunas. 
Christiaan Huygens con mejores medios de observación pudo en 1659 observar con claridad los anillos. James Clerk Maxwell en 1859 demostró matemáticamente que los anillos no podían ser un único objeto sólido sino que debían ser la agrupación de millones de partículas de menor tamaño.
La nave Cassini, que realiza una misión de 5 meses alrededor de Saturno, ha detectado en este planeta tormentas eléctricas que producen relámpagos 10.000 veces más potentes que los que se producen en la Tierra.